Aceptar ser CELIACO (A) sin dramatizar (1)
Enfrentar un tema tan delicado como la niñez y la adolescencia, los cuales son indudablemente los periodos más críticos en la vida y en el desarrollo de las personas para indicarnos que es la preparación individual para alcanzar la edad adulta resulta ser un tanto, con toda seguridad, no tan agradable.
Son sin lugar a duda las fases de la vida del hombre y de la mujer cargada de tensión, conflictos, inseguridad a si mismo y miedo, también resultan ser criticas por causa de los cambios que se vienen verificando en el aspecto físico, psicológico y social en el comportamiento del individuo quien está sometido a esos cambios.
Especialmente en la fase de la adolescencia, la cual es caracterizada por definir la propia identidad, de un estilo de vida propio con relación a otras persona siendo el periodo en el cual el joven, sintiéndose suficientemente convencido por la necesidad de ser parte integrante de un grupo, bien sea familiar y social, empieza a desarrollar y a actuar con sus propios recursos para adaptarse a esos grupos.
Durante esa edad que resulta ser de paso en la vida, el comportamiento del joven puede en su mayoría, asumir aspectos violentos, apáticos, individuales y otros y naturalmente que los padres, ante tal conducta, sienten y perciben impotencia, no tienen seguridad, y sienten incapacidad de actuar.
Este tipo de comportamiento se evidencia aun más cuando el joven sufre una patología del tipo crónica y está en conocimiento de que esa enfermedad es <<incurable>> la cual situación puede en este caso, reducir en gran medida su autoestima. Cuando la enfermedad, además de ser crónica implica que el joven tiene la necesidad de abstenerse con mucha precisión a las dietas, en este caso especifico a la <<celiaca>>, la situación puede estar asumiendo otras particularidades por cuanto desde siempre la alimentación está unida a los valores personales y en este caso asume un valor simbólico.
La gran tarea de los padres del adolescente y también aquí incluimos a las personas adultas, quienes hacen vida común como los maestros, profesores, entrenadores deportivos, amigos y otros tantos, es la de reconocer desde el comienzo, los comportamientos sospechosos que pudieran indicar la presencia de las incomodidades en el individuo y saber actuar con las estrategias mas adecuadas en este sentido. No siempre es facil descubrir a tiempo estas incomodidades por cuanto las mismas se pueden identificar en varias formas. Vamos a considerar una de esas incomodidades.
En los casos de la incomodidad mas acentuado, el <<joven celiaco>> y el <<niño celiaco>> problemáticos, pudieran hasta negarse a seguir consumiendo para su alimentación la <<dieta celiaca>> para suplantar esos alimentos por otros los cuales son para ellos <<prohibidos>>, en este caso la palabra a utilizar sería <<alimentos no aconsejados>> suena menos conflictivo y estando frente a esas situaciones de auto lesión tal vez para castigar a los padres o a sus inmediatos colaboradores contra los cuales ha habido algún evidente conflicto posiblemente causados por problemas familiares como la situación tensa con los padres, celos en algunos casos e inconformidad en otros haciendo que cualquier de los involucrados presta la atención hacia ellos y sus propios males y sobre todo en la necesidad de obtener ayuda .
Otro de las incomodidad suele presentarse al momento de evaluar la <<alimentación-valor simbólico>> y es cuando el joven al noi poder consumir con sus propio grupos, los mismos alimentos del desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena y naturalmente se siente extrañado y a veces excluido y marginado lo que conlleva a encerrarse en si mismo y esto es causa de alejamiento de la familia y la sociedad. Esta es la incomodidad mayormente observable y de frecuencia diaria no solo entre los niños, jóvenes y adulto celiacos, sino también los que padecen la diabetes. En este aspecto hay que tener mucho cuidad en no permitir que los enfermos se consideren marginados.
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